Como como medida de emergencia para evitar la propagación de la infección por SARS-CoV2 (COVID 19), España declaró el estado de alarma según el RD463/2020. Aunque esta medida parece razonable y seguramente necesaria, existen ciertas preocupaciones respecto al impacto negativo que puede tener en la salud física y mental de los niños  el cierre prolongado de los colegios y el confinamiento en el hogar.
Aunque los periodos de confinamiento relacionados con epidemias parecen tener un impacto negativo en la salud mental en adultos (mayor riesgo de trastornos emocionales, síntomas depresivos, irritabilidad, estrés…), la evidencia disponible en niños es anecdótica.

Sin embargo, existe una preocupación generalizada de como estas medidas pueden afectar  a los niños y niñas que sufren algún trastorno del neurodesarrollo como el trastorno del espectro autista (tea), trastorno por déficit de atención e hiperactividad (tdah), diversos trastornos de conducta… etc.

1. Trastorno del espectro autista (tea)
El impacto del confinamiento en este grupo dependerá de las características clínicas particulares de cada niño o niña y de su ambiente (tamaño y características de la casa), sus rutinas y/o hábitos …etc. Es posible que encontremos algunos pacientes que disfruten del confinamiento en casa y otros en los que aparezca o empeoren diversos problemas como:
– Aparición o Aumento de estereotipias,  conductas repetitivas, disruptivas, negativistas y/o desafiantes.
– Dificultades de autorregulación: aparición o aumento de los niveles de ansiedad e irritabilidad (pueden manifestarse en forma de conductas autolesivas o heteroagresivas).
– Regresión en habilidades adquiridas
Trastornos del sueño…etc

proposición de rutinas para los niños con tea durante el confinamiento por COVID19

¿Algún consejo? 

  • Establecer rutinas 
  • Buscar un horario similar al que tenían antes del confinamiento (Deberes/terapia, comida, TV-Consolas y por la tarde hacer actividades especiales en familia (bailar, cocinar, cantar, juegos de mesa… ).
  • Limitar el tiempo en pantallas (incluso la tele) y evitar hacer todo el rato actividades sedentarias. 
  • Ser flexibles y tolerar ciertas conductas de autorregulación como puede ser el aumento de ciertas estereotipias. 

Respecto a la preocupación de los padres respecto a la perdida de las terapias correspondientes durante el periodo de cuarentena, recomendamos contactar con sus centros de atención temprana para conseguir ciertas pautas de tratamiento  para  trabajar en casa y utilizar los múltiples recursos online disponibles ( https://www.orientacionandujar.es).

2. Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (tdah)
Los niños con este trastorno se caracterizan por presentar un comportamiento inquieto o hiperactivo, un nivel alto de impulsividad cognitivo-conductual y/o problemas para concentrarse. La situación de confinamiento unida a la dificultad para la realización de ejercicio, pueden incrementar la inquietud psicomotriz e impulsividad.
3. Trastornos en el estado de ánimo y trastornos de ansiedad. 
El estrés psicosocial que supone el confinamiento: reducción de actividades y estímulos agradable junto con una mayor presencia de estímulos amenazantes o negativos (noticias sobre enfermedad, consecuencias económicas, etc), puede intensificar los síntomas de ansiedad y depresión.
4. Retraso madurativo y Discapacidad intelectual. 
Estos trastornos se caracterizan por una menor comprensión cognitiva y habilidades adaptativas más deficitarias, y pueden estar asociados a comportamientos esterereotipados, que pueden dificultar una adaptación óptima a la situación de confinamiento.
QUÉ MEDIDAS PUEDEN MITIGAR LAS CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS NEGATIVAS DE LA CUARENTENA

Identificar población infantil de mayor riesgo y con necesidades específicas puede facilitar el desarrollo de mecanismos de respuesta y protección antes de una crisis. Por ejemplo:

  1. Aquellos que hayan tenido que ser separados de su familia por motivos laborales o por enfermedad durante la cuarentena
  2. Aquellos que hayan perdido un familiar por fallecimiento
  3. Menores con antecedentes de problemas de salud mental o de trastornos en el neurodesarrollo
  4. Aquellos que durante la crisis hayan experimentado pánico o ideación autolítica.

Algunas medidas propuesta para mitigar las consecuencias psicológicas negativas durante la cuarentena:
– Asegurar el contacto regular en el caso de separación
– Mantener la cuarentena el menor tiempo posible
– Dar Información sencilla y clara sobre cómo reducir el riesgo de contagio (pictogramas, cómics, cuentos…etc:
– Enseñar acciones cotidianas para reducir la propagación del virus (lavado de manos…etc)
– Establecer unas rutinas diarias flexibles que den cabida tanto a obligaciones (realizar tareas escolares o algo de ejercicio por ejemplo) como a actividades lúdicas según los gustos individuales (jugar a videojuegos, leer, ver la TV…etc).
– Promover el contacto virtual a través de videoconferencias, redes sociales… con los compañeros de clase, amigos y maestros.

La comunicación estrecha y abierta con los niños es la clave para identificar cualquier problema físico y psicológico y para consolar a los niños en un aislamiento prolongado.

Debemos estar atentos para identificar aquellos signos de alarma que sugieren un impacto negativo en la salud mental de nuestros hijos.

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