Las cuestiones relacionadas con el permiso de conducción y el ejercicio son de gran importancia en los adolescentes con epilepsia, sin embargo considero que a menudo dedicamos poco tiempo a aportar información adecuada a los pacientes y padres de temas tan cotidianos como estos. Puesto que cada caso y sus circunstancias son variables, debemos individualizar y adaptar la información a los pacientes. Lamentablemente, disponemos de poca información y guías clinicas que nos orienten en estos temas.
El ejercicio físico regular debería ser recomendado a toda la población incluida la infantil, pues beneficia claramente el control del sobrepeso y la salud general, tanto física como mental. Sin embargo, una de las primeras preguntas que nos realizan los padres cuando se establece un diagnóstico de epilepsia en sus hijos es si puede hacer deporte.
Existen pocos casos documentados de aumento en la frecuencia de las crisis secundariamente al ejercicio (< 2% de adultos epilépticos; Nakken KO, 1999). Es más, algunos estudios de percepción subjetiva en pacientes epilépticos ambulatorios señalan que alrededor de un tercio cree que sus convulsiones se redujeron haciendo ejercicio regular. Si parece más claro que los programas de ejercicio para personas con epilepsia parecen disminuir comorbilidades frecuentes como la ansiedad, la depresión y mejoran la calidad de vida.
A pesar de las bondades que ofrece el ejercicio en epilépticos, solemos desaconsejar deportes de competición hasta que tengamos un buen control de las crisis, la natación tanto recreativa como competitiva (salvo con estrecha vigilancia) por riesgo de ahogamiento, y actividades físicas extenuantes como los maratones por el riesgo de alteraciones metabólicas.
El Grupo de Trabajo de la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) en Deportes y Epilepsia fue creado en 2011 y presidida por el Dr. Guiseppe Capovilla (Italia). Desarrollaron un documento sobre las cuestiones médicas y legales para la práctica del deporte en personas con epilepsia. La propuesta era considerar el deporte según tres categorías:
“Sin riesgo”: incluyen los deportes terrestres (futbol, baloncesto, tenis…etc).
“Riesgo moderado”: como el ciclismo o la natación (peligro de ahogamientos y caídas graves)
“Riesgo alto”: buceo, deportes de motor, equitación o paracaidismo.
Estas recomendaciones, pueden servirnos de guía a la hora de informar a las familias con las que tratamos. Debemos recomendar el ejercicio suave diario a todos nuestros pacientes
Otro tema importante y que por tratar niños generalmente no abordamos, es el tema de la conducción. Conducir puede ser un determinante importante en la calidad de vida relacionada con la salud, tanto para los adolescentes como para los adultos. Muchos adolescentes asocian la obtención del carnet de conducir con el paso definitivo a la edad adulta y un marcador de su independencia. Los permite desplazarse de forma autónoma y tener acceso a diversas actividades relacionadas con el ocio como la obtención de puestos de trabajo que requieren la misma. Por ello lo consideramos un tema de gran importancia en las consultas de transición, y consideramos importante dar alguna información básica para padres.
La legislación vigente en la Unión Europea establece que los pacientes con epilepsia deben estar libres de crisis durante al menos 1 año para poder optar a solicitar el permiso de conducir ordinario, restringiendo más estos permisos en el caso de licencias para la conducción de vehículos de mercancías pesadas o de servicios públicos, a los que se les exige llevar libre de crisis 10 años y estar sin medicación Estas normas relativas a la conducción para las personas con epilepsia son similares a otros países desarrollados como Estados Unidos y Canadá.
Saltarse el reglamento de conducción tiene responsabilidades legales, incluida la responsabilidad penal en el caso de accidente y deben ser claramente explicados en la consulta, asegurarse de que ha sido comprendido y dejar por escrito el compromiso del paciente a cumplirlo.
Un caso particular es aquel niño que lleva varios años sin crisis y queremos retirar medicación. Si el niño quiere sacarse el carnet de conducir, qué le recomendamos? En nuestro caso, solemos decir a los pacientes que no conduzcan hasta después de 6 meses de estar sin medicación y sin crisis.
¿Y si recaen?. En la mayoría, la introducción nuevamente de fármacos antiepilépticos suele llevar al control de las crisis nuevamente. En estos casos empieza nuevamente el ciclo y deben estar otra vez 1 año libre de crisis para poder conducir.
Por ultimo quiero hacer referencia a la importancia de hacer hincapié en el estilo de vida en aquellas epilepsias cuyas crisis pueden prevenirse con medidas higienico-dietéticas. Éstas incluyen asegurar unos buenos hábitos sueño (suficiente y regular), limitar el consumo de alcohol, y el buen cumplimiento terapéutico.
Desde nuestro blog seguimos comprometidos con divulgar información científica útil para las familias de nuestras pacientes.