Cómo y cuando debemos iniciar el proceso del control de esfínteres en nuestros hijos es un tema controvertido. También lo es el método que debemos utilizar.
El país donde nacemos, el clima, la cultura, el acceso a los pañales, o el nivel madurativo de nuestro hijo son aspectos importantes a tener encuentra cuando valoramos iniciar el entrenamiento en el control de esfínteres.
En este post, os dejos algunos consejos (tips) a tener en cuenta.
El control de esfínteres es un proceso de aprendizaje de los hábitos relacionados con la micción y la defecación que tiene lugar durante la infancia.
Supone el paso de un comportamiento reflejo a una conducta voluntaria y controlada que se adquiere (no se aprende) cuando el niño está suficientemente maduro. Este proceso implica una interacción compleja entre el desarrollo cerebral, genitourinario y neurourinario que se inicia a en torno a los 18 meses y suele completarse en torno a los 3 años.
La mayoría de los niños neurotípicos comienzan a tener conciencia de la necesidad de orinar a partir de los 18 meses. Reconocen señales producidas por la distensión vesical y pueden expresarla de forma no verbal mediante ciertas posturas que indican su incomodidad (por ejemplo cruzar las pierna), nerviosismo, o diversos gestos faciales… etc. Este proceso va madurando progresivamente, en en torno a los 3 años, el 90% ha adquirido la capacidad para contraer la musculatura y retener la orina durante cierto tiempo.
Es muy importante dejar claro que el proceso para controlar el pis y la caca, es una habilidad que todos los niños sanos acaban adquiriendo. Sin embargo, los padres necesitamos una orientación para identificar aquellos signos que sugieren que nuestro hijo esta preparado, así comas pautas para ayudarle a conseguirlo y afrontar las complicaciones que podemos encontrarnos a lo largo del proceso del control de esfínteres.
Los principales factores determinantes para el Control de esfínteres se resumen en la siguiente figura:
La primera norma básica que debemos grabarnos a fuego en nuestro cerebro es que no hay por qué precipitarse en retirar los pañales.
Debemos individualizar cada caso, seguir el ritmo propio de cada niño, e intentar que el proceso sea lo más agradable posible para el niño y su familia.
La Academia Americana de Pediatría recomienda que la retirada del pañal se inicie solo cuando el niño haya adquirido un adecuado nivel de desarrollo fisiológico, madurativo y conductual que sugiera que esta preparado, independientemente de su edad cronológica.
¿Cuándo debemos empezar entonces a retirar el pañal?
Cuando se cumplan los siguientes requisitos:
¿Cómo debemos realizar el proceso del control de esfínteres?
Como hemos mencionado anteriormente, el proceso del control de esfínteres es una habilidad que la mayoría de los niños con neurodesarrollo típico quieren de forma espontánea. Por tanto, no existe ningún “método”.
En el caso de los niños o niñas con trastornos del espectro autista (tea), discapacidad intelectual u otra alteración del neurodesarrollo, debemos tomarnos el proceso como una carrera de fondo y no tener prisa en lograr el objetivo final.
Estos pacientes suelen tardar más y tienen un mayor número de complicaciones a lo largo del proceso.
Los pasos clave en la formación de un niño con tea y / o discapacidad intelectual que merecen especial énfasis o que pueden diferir de aquello niños neurotípicos incluyen:
- Intentar identificar aquellos patrones o señales que nos sugiera que el niño tiene ganas de orinar
- Hacer visitas programadas al baño según los patrones de micción identificados
- Intentar conseguir desarrollar un “lenguaje de baño” no verbal que pueda ser utilizado por el niño y sus cuidadores para expresar las necesidad de ir al baño (pictogramas, lenguaje de signos, gestos…)
- En algunos niños puede resultar util aumentar la ingesta de líquidos para aumentar la frecuencia urinaria y proporcionar más oportunidades para la práctica de habilidades
- Proporcionar refuerzos / recompensas para comportamientos apropiados
- Tratar y prevenir el estreñimiento.
Cuales son las principales complicaciones que podemos encontrarnos al retirar el pañal.
El entrenamiento del control de esfínteres es un desafío que asocia con diversos problemas (retraso temporal, enuresis nocturna, y el rechazo al uso del baño) y retrocesos temporales asociados con diversos acontecimientos en la vida de los niños (conflictos familiares como un divorcio, el nacimiento de un hermano, una mudanza…etc).
Tanto unos como otros son una parte normal del proceso de formación y su aparición en vuestros hijos no constituyen un fracaso.
Se debe recordar a los cuidadores que la paciencia, la persistencia y un ambiente de aprendizaje basado en el apoyo son los componentes clave para el éxito.
Entre las principales complicaciones se encuentra:
- Negativa a ir al baño. La negativa a ir al baño ocurre en niños que se angustian y no quieren usar el baño. Puede deberse a dolor por estreñimiento, irritación o infección local de la piel, o problemas psicosociales (p. ej., miedo con respecto a la defecación, usar el baño o tirar de la cadena; interrupciones en la rutina, el entorno o la dinámica familiar; confusión sobre el entrenamiento). Ocurre hasta en el 20% y aumenta el Riesgo de retención y encopresis. Esta complicación es mas frecuente cuanto mas tarde se inicia la capacitación (> 3,5 años).
- Retención de heces, estreñimiento y encopresis. La retención de heces es la versión más extrema de la negativa a ir al baño.El niño evita deliberadamente defecar y, a menudo, progresa al estreñimiento. El estreñimiento persistente puede estirar demasiado el recto, reducir la capacidad del niño para sentir la necesidad de defecar y provocar encopresis. La encopresis afecta del 1% al 4% de los niños en edad escolar y ocurre de tres a seis veces más en los niños que en las niñas.
- Esconderse para defecar: el pronóstico es bueno y que el comportamiento a menudo se resuelve espontáneamente
- Enuresis: mas frecuente cuando se hace control precoz o muy tardío.
- Regresiones…etc
Conclusiones
- Debemos comenzar a hablar con los padres sobre el proceso de capacitación para el control de esfínteres a partir de los 18-24 meses
- Es importante que los médicos reconozcamos los factores externos que pueden desafiar el proceso de capacitación y afectar la preparación de los padres y los niños para el control de esfínteres (p. ej., guardería, hogares divididos, retrasos en el desarrollo, discapacidades o enfermedades crónicas, motivadores de los padres, como planes de viaje o nacimiento de otro niño).
- Durante el proceso de retirada del pañal, los padres deben permanecer positivos, pacientes y alentadores.
- Utilizar sistemas de elogios y recompensas
- Comprender que los accidentes y los contratiempos son comunes.
- Evitar el lenguaje negativo y los castigos. Es aceptable alguna pausa (de uno a tres meses) para evitar actitudes negativas y conflictos si las cosas no van bien.
- Ningún método de entrenamiento es superior a los demás, y el enfoque debe individualizarse en función de cómo aprende mejor el niño y las necesidades particulares de la familia.
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Espero que os guste